Aunque recién instalados en el otoño, hemos de reconocer que ya tenemos la mirada puesta en la casa para la llegada del frío y no tanto en la decoración de estilo mediterráneo que casi mejor emplazamos para el próximo verano. Sí, ya sabemos que las temperaturas aún son agradables y que seguramente aún te apetezca leer el post de las piscinas preferidas de la interiorista de Barcelona, Eva Mesa, pero lo cierto es que cuando menos te lo esperes, te verás buscando el calor de la chimenea, envuelt@ en una manta en el sofá mientras disfrutas de la visión de las llamas.
Y precisamente de chimeneas va este post, de darte las claves imprescindibles si estás pensando en instalarte una o en sustituir la que tienes. Además, en los proyectos de interiorismo de Tinda’s Project es una de las piezas que más demandan los clientes porque, a su finalidad práctica, hay que sumar su gran potencial decorativo, teniendo en cuenta las muchas posibilidades que ofrece una chimenea en cuanto a tipos de combustible, acabados, diseños, etc.
Lo primero que hay que tener en cuenta en un proyecto de interiorismo que tenga prevista la instalación de una chimenea es el espacio donde va a ir ubicada. Lo habitual es que esté en el salón, entendiendo que es la estancia principal de la casa. Y sobre plano, hay que concretar, además, en qué lugar del salón irá, porque su importancia conceptual es tal que la distribución de todos los elementos de la sala y la creación ambiental prácticamente dependerá de ello.
Imagen de la chimenea Grappus de Focus.
Debido a su naturaleza estructural, la implementación de una chimenea forma parte del proyecto arquitectónico, ya sea nuevo o de reforma, sobre todo si se demanda un modelo integrado en la pared y también por la salida de humos que se precise. Claro que hay modelos también exentos pero igualmente se ha de prever el lugar que ocuparán. La instalación, más adelante, correrá a cargo de los profesionales especializados de la marca elegida.
Otra cuestión importante es elegir el modelo adecuado y ahí entran en escena muchos condicionantes. Lo primero es saber el tipo combustible que elegiremos (leña, gas, pellets o bioetanol) y dentro de éstos, mirar el catálogo de las diferentes marcas para valorar los diversos diseños, siempre recomendados por el/la interiorista. Porque el factor estético es fundamental, ya que la chimenea ha de ir en línea con el estilo decorativo de la vivienda.
También está el tamaño de la chimenea, debiendo ser proporcional al espacio donde estará situada, y siempre en función de los metros cuadrados. Ahí entra en juego la potencia que se necesita para su finalidad calorífica; en general se habla 1kW de potencia por cada 10 metros cuadrados.
Y además, hay otros factores que determinan su elección como, por ejemplo, la zona geográfica, la orientación de la casa, el aislamiento de instalaciones como ventanas, etc.
Izquierda, imagen de la web de Chimeneas Magma; derecha, proyecto de interiorismo de Tinda's Project.
Vamos a empezar por estas dos tipologías, teniendo en cuenta que ambas utilizan la combustión de la madera para emitir calor. Sucede que el inspiracional sonido de su crepitar natural es el que muchas personas buscan a la hora de tener una chimenea, por su efecto relajante y confortable.
Izquierda, imagen de Pinterest (El Mueble); derecha, chimenea de pellets de Palazzetti (vía Pinterest).
Es la opción que cada vez tiene más demanda en el mercado, sobre todo las chimeneas de gas, por las connotaciones de sostenibilidad que ofrecen y por el ahorro energético que representa para las viviendas.
De izquierda a derecha, chimenea Slimfocus de gas de Focus, chimenea de bioetanol en un proyecto de interiorismo de Tinda's Project y chimenea de bioetanol de Leroy Merlin (via Pinterest).
El uso de la chimenea implica una limpieza regular, sobre todo en según qué tipos de combustible. El que más, los modelos de leña, debido a las cenizas que genera; por su parte, los pellets no generan tanto residuo. En cuanto a los modelos de gas, no causan residuos pero sí que hay que limpiar el cristal que cierra la chimenea, ya que se ensucia por el humo, y lo mismo sucede con los modelos de leña cerrados.
Todos los expertos recomiendan un mantenimiento anual que implique una revisión a fondo (salvo en las chimeneas de bioetanol), centrado básicamente en deshollinar el conducto. Por cierto, éstos pueden ir vistos o integrados en la pared.
Imágenes de Pinterest (izquierda, revista Interiores, y derecha, El Mueble).
Como contenido adicional sobre las chimeneas queremos compartir una idea que tiene mucho de inspiracional. Está relacionada con aquellas chimeneas de obra, antiguas, que quizás te has encontrado en la vivienda que has comprado y te ha gustado tanto que la vas a ‘salvar’ en la reforma. Seguro que tiene su particular encanto y que sabrás integrarla sabiamente en el nuevo ambiente.
Si tienes claro que no la vas a encender nunca y que la quieres por el potencial decorativo, sácale partido! Puedes pintarla, tunear algún elemento adicional que tenga o dejarla como está pero, y sobre todo, aprovecha su hueco para crear un punto focal más que interesante. Puedes optar por viejos libros de distintos tamaños, tus plantas favoritas, cestos de materiales naturales, un bodegón de velas aromáticas, troncos de leña o esa pieza familiar que requiere de un lugar especial.
¿Lo mejor? Que puedes ir variando la decoración del hueco de la chimenea a tu gusto, haciendo que el rincón protagonista del salón sea un espacio con vida propia.
Imágenes de Pinterest. Izquierda, de Estilo y Deco y las otras dos, de la revista Interiores (centro: ©Pablo Zuloaga).