Revoluciona tu dormitorio con una cama sin cabecero

Revoluciona tu dormitorio con una cama sin cabecero

Para muchas personas acostumbradas a la disposición tradicional de los dormitorios, esta tendencia será toda una sorpresa. La presencia de dormitorios en los que el encuadre de la cama prescinde del cabecero es innegable. Entendido por el mundo del interiorismo como un elemento decorativo a explorar, los decoradores han decidido reformular la idea del cabecero y buscar alternativas que contribuyan a revolucionar los dormitorios tal y como los conocemos. Así, poco a poco, cada vez son más los que se suman a la moda de camas sin cabecero, una propuesta casi impensable hace algunos años pero que ha ido ganando fuerza por a su originalidad y versatilidad.

Pintar la pared

Si tienes peques en casa, esta opción puede ser su favorita, como realizamos en Tinda’s en nuestro proyecto situado en Barcelona, creando una atmósfera mágica pintando las paredes.

Una de las opciones más sencillas, pero, al mismo tiempo, más inexploradas es la de crear una obra de arte en la pared donde se ubica la cama. ¡Este proyecto artístico no tiene por qué ser una tarea compleja! Si bien paredes con admirables obras de arte darán un toque único y sofisticado a nuestra estancia, pintar en nuestras paredes formas simples y geométricas también aportará un grado de originalidad a nuestro dormitorio. Si, además, prestamos atención a las dimensiones de nuestro dormitorio, podemos crear un punto de atención que convierta la cama en la protagonista de nuestro espacio, como hicimos en este proyecto.

Habitación infantil sin cabecero pintura de pared

Habitación infantil | Proyecto Tinda’s Project


Para que nuestra obra de arte sea coherente, es importante tener en cuenta los colores y tonalidades del resto de la decoración. Si el resto de las paredes son claras, un color oscuro aportará contraste y realzará los muebles a los que sirva de marco. Dependiendo de la amplitud que queramos darle a nuestro cabecero, podemos elegir colores tan variados como el gris marengo, el azul Oxford o el rojo sangría, así como el morado o el amarillo que podremos complementar con los textiles y muebles de la habitación. Para un equilibrio adecuado, os recomendamos ser prudentes con los colores vivos para no recargar en exceso la estancia. En cuanto a colores neutros, una superficie en beige o gris perla aportará una sensación de confort muy común en el estilo nórdico.

Para los más atrevidos, aplicar pinturas con texturas puede ser una opción muy acertada. A través de acabados como una textura arenosa, rayada o de estuco, podemos no sólo crear una ilusión de cabecero, sino diferenciarlo del resto de la pared. El contraste entre la pared lisa y nuestro falso cabecero pintado ayudará a engañar nuestros ojos y a darle profundidad a nuestro dormitorio sin cabecero.

Esta técnica puede ser aún más eficaz si queremos aportar algún elemento temático a nuestra habitación. Por ejemplo, para las habitaciones infantiles, una pared con motivos decorativos pintados puede ser una solución muy acertada. Siempre teniendo en cuenta las preferencias de los más pequeños, podemos integrar elementos como castillos, barcos o incluso una jungla en la pared donde colocaremos la cama para crear todo un paisaje en el que los niños puedan dar rienda suelta a su imaginación. ¡Nuestros hijos estarán encantados de ir a dormir! Si, además, utilizamos pinturas fluorescentes o que brillan en la oscuridad, podemos hacer de la experiencia de ir a dormir una verdadera aventura.

Decorar con arte

El cabecero tradicional ha sido poco a poco desdibujado, dando lugar a tendencias novedosas que pretenden transformar nuestros dormitorios en auténticas obras de arte.

Una idea muy económica puede ser la de colocar obras de arte ya enmarcadas para presidir y delimitar el espacio sobre nuestra cama. Una de las ventajas de esta técnica es la gran versatilidad que nos ofrece el poder cambiar las láminas o cuadros que elijamos, además de poder trasformar nuestra estancia simplemente intercambiando láminas que tengamos en otras partes de nuestro hogar con aquellas que tenemos en el dormitorio. La forma más popular de aplicar esta tendencia es a través de un gran mapa del mundo, en especial mapas con una estética envejecida y antigua que aportarán un toque vintage a nuestra estancia. Con un giro más urbanita, muchas personas se decantan por enmarcar mapas gigantes del transporte público de sus ciudades favoritas como Nueva York o París. ¿Qué más se puede pedir? No sólo tienes un elemento decorativo, ¡sino que puedes planear el metro que tienes que coger para llegar a tu destino sin levantarte de la cama!

Para los más tradicionales, una acuarela, un óleo o una lámina pueden ser también maneras de personalizar nuestro espacio sin gastar mucho dinero y sin abarrotar demasiado nuestra estancia, tal como hicimos en Tinda’s Project para la suite de este proyecto.

Decoración con cuadros en dormitorio

Suite principal | Proyecto Tinda’s Project


Crea tu propia galeria

Si, en vez de una lámina grande, creemos que algo más minimalista será más agradable a nuestra vista, podemos arriesgarnos con la tendencia de las gallery walls o paredes que imitan las galerías de arte. Esta técnica consiste en colocar de manera ordenada y pensada una serie de cuadros que tengan una coherencia y que aporten una sensación de armonía al conjunto. Si aplicamos esta idea de manera adecuada, podemos crear un marco perfecto para nuestra cama y, además, darle un toque muy personal a nuestro dormitorio al incluir fotografías personales o de nuestros viajes.

Habitación infantil con pintura de pared
Habitación infantil con pared pintada
Dormitorio adulto sin cabecero

Diferentes habitaciones de un mismo proyecto | Tinda’s Project


Construye una estantería volada

Otra solución práctica a la par que decorativa es la de una estantería colgante o estantería volada que no sólo nos ayudará a crear la solución de un espacio sobre nuestra cama, sino que nos permitirá almacenar todo lo que necesitemos tener a mano mientras dormimos. Esta idea puede, además de ahorrarnos el comprar un cabecero de nuestra cama, hacer las veces de mesitas auxiliares. Para los más minimalistas, esta opción puede ser muy atractiva.

Debemos decantarnos por estanterías de fondo corto para evitar golpes, así como colocarla a una altura que podamos alcanzar mientras estamos tumbados en la cama. Para que nuestra estantería esté totalmente integrada, podemos pintarla del mismo color de la pared; si, por el contrario, buscamos un mayor grado de contraste, un toque de color hará de nuestro dormitorio un espacio atrevido y con carácter. Convirtiendo nuestra estantería en la protagonista de la estancia, debemos elegir con cuidado los elementos que mostraremos en ella ya que serán los responsables de dar una buena primera impresión.


Convertir la pared del cabecero de la cama en la protagonista de nuestro dormitorio es una buena idea decorativa. Es lo primero que se ve cuando se entra en la habitación y disponemos de numerosas ideas estéticas para decorarla. Y a ti, ¿qué te parece la opción de prescindir de este elemento?

¿Te animas a colocar una cama sin cabecero?

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